¡Hola a todos! Espero que estéis genial y sin parar de probar recetas nuevas :D Hoy os quiero enseñar a hacer este postre que hice para mi cumple, que queda muy bonito y espectacular para cualquier evento especial que queráis celebrar. Podéis hacerlo todo lo grande que queráis y con la decoración que más os guste.
El
croquembouche es un postre típico francés y consiste en una torre de profiteroles o
choux, rellenos de crema pastelera y pegados entre sí con caramelo. Luego, se decora con hilos de caramelo y todo lo que se os ocurra (flores naturales, figuritas de fondant, galletitas, chocolates, pan de oro..).
Para realizarlo, vamos a tener que hacer tres preparaciones principales, además de contar con un cono para darle la forma, que puede ser de corcho o porexpán, o hacerlo con una cartulina. Habrá que forrar el cono con papel de horno y un poco de aceite para luego poder quitarlo una vez el caramelo haya endurecido.
¡Vamos con la receta! Las cantidades que pongo os darán para una torre medianita, pero podéis duplicar las medidas si queréis.
Ingredientes
Rama de canela o de vainilla
Empezaremos haciendo los profiteroles. Ponemos en un cazo al fuego el agua, la leche, el azúcar, la mantequilla y la sal. Remover hasta que hierva. Añadir toda la harina de golpe y mezclar con una espátula o cuchara de madera. Bajar el fuego y mezclar bien hasta que se haga una masa que se separe del cazo. Apartar del fuego e ir añadiendo los huevos uno a uno, mezclando hasta que se integren. Poner la masa en una manga pastelera con boquilla redonda y grande y hacer montañitas en una bandeja de horno con papel encerado. Si se quedan piquitos, se pueden bajar con el dedo mojado en agua, con cuidado. Horneamos unos 20 minutos a 180ºC y dejamos enfriar.
Mientras, preparamos la crema pastelera. En un bol, batimos los huevos y el azúcar con las varillas. Añadimos la harina tamizada y mezclamos bien. Incorporamos un poquito de la leche y cuando esté integrada, echamos el resto. Ponemos la mezcla en un cazo con la rama de canela o vainilla y calentamos a fuego bajo sin dejar de remover con las varillas para que no se pegue. Empezará a espesar, pero habrá que seguir removiendo unos 10 minutos para que la harina se cocine. Dejamos enfriar tapando la crema con papel film.
Cuando todo haya enfriado, rellenaremos los profiteroles con la crema ayudándonos con una manga pastelera y una boquilla redonda (más pequeña que la de antes). La clavamos por debajo de los profiteroles y rellenamos.
Por último nos ponemos con el caramelo. Para ello, habrá que calentar en un cazo al fuego todos los ingredientes hasta que tenga un color dorado. Rápidamente, habrá que ir mojando los profiteroles para pegarlos al cono y entre ellos. Empezaremos por abajo e iremos subiendo, asegurándonos de que quedan bien pegados. Luego, con cuidado habría que retirar el cono de debajo. Si vais a transportarlo, es mejor que lo dejéis puesto. Para terminar, podemos decorar con hilos del mismo caramelo, con flores o lo que queramos.
¡Y ya lo tendremos listo para disfrutar! Espero que os animéis a probarlo, si no os atrevéis, probad con una torre pequeñita primero. Seguro que os encanta el resultado y repetís.
¡Nos leemos pronto!
