¡Hola a todos y bienvenido otoño! Como siempre, en cuanto llega el otoño y el fresquito, las recetas de calabaza se multiplican por todas partes. Y es que, la mezcla de la calabaza con especias como la canela ya nos hace pensar en el cambio de tiempo y en acurrucarnos en el sofá con la mantita mientras disfrutamos del olor que deja el horno por toda la casa.
En otras ocasiones he hecho otras recetas con calabaza como estas tartaletas con masa quebrada o esta tarta de calabaza con crema de queso.
Y hoy os traigo la receta del bundt cake de calabaza. Un bizcocho muy jugoso que podéis decorar con glaseado o chocolate, o comerlo tal cual, que ya está riquísimo. Si no tenéis un molde de bundt cake, lo podéis hacer en uno normal, no hay problema. ¡Vamos a encender el horno y empezamos!
Ingredientes
250gr de puré de calabaza
4 huevos
225gr de mantequilla
400gr de azúcar moreno
230 de buttermilk
450gr de harina
1 sobre de levadura en polvo (unas 2 cucharaditas)
1 cucharadita de canela molida
1 cucharadita de nuez moscada
En primer lugar, tenemos que hacer el puré de calabaza. Para ello, la cortamos en trozos y la asamos en el horno hasta que esté blandita. Luego, dejamos enfriar y trituramos.
Para hacer el buttermilk, echamos en el vaso de leche una cucharada de zumo de limón. Removemos y dejamos reposar. Esto espesará la leche y parecerá cortada, es normal.
En un bol grande, mezclamos la mantequilla con el azúcar moreno. Cuanto esté homogéneo vamos añadiendo los huevos uno a uno. Sobre esta mezcla, vertemos el puré de calabaza y removemos un poco más. A continuación, incorporamos la harina, levadura y especias tamizadas. Echaremos una tercera parte de estos ingredientes secos, luego la mitad del buttermilk, de nuevo la mezcla de harina, el resto de buttermilk y terminamos con la harina.
Engrasamos bien nuestro molde y vertemos la mezcla. Horneamos a 180ºC unos 50 minutos, hasta que al pincharlo con un palillo salga limpio. Si veis que se dora mucho por arriba, lo tapamos con papel de plata o papel de horno. En cuanto esté listo, sacamos y dejamos enfriar sólo unos 5 minutos. Antes de que esté frío del todo hay que desmoldarlo, o se quedará atascado. Le damos la vuelta sobre un plato y listo. Cuando esté frío, decoramos con azúcar glass o el glaseado que queramos. Y ya podemos disfrutarlo para acompañar un té o café calentito.
Espero que lo probéis y me contéis qué tal. ¿Ya os habéis animado con las recetas otoñales? ¿Qué habéis hecho? ¡Nos leemos pronto!
