¡Hola! ¿Cómo va el veranito? Hoy os quiero enseñar unas técnicas que probé hace unos días para hacer azúcar de colores y con diferentes aromas. Con el azúcar de colores conseguimos un toque original para decorar cualquier postre, para espolvorear unos cupcakes (como mis cupcakes de nata y fresa), una tarta, unas galletas con glasa, o para poner en el borde de una copa de cocktail y que quede de lo más glamuroso. Con el azúcar aromatizada podremos endulzar nuestros postres, infusiones o macedonias de frutas aportando un toque especial de aroma y sabor, utilizando ingredientes naturales en lugar de esencias compradas, y además de una forma mucho más económica.
¡Vamos a empezar! Estos son los ingredientes que yo he utilizado, aunque se puede elegir cualquier color, incluso mezclar varios, y cualquier aroma. Yo he elegido canela y limón, pero también se podría hacer con naranja, lima, vainilla, incluso con hierbas aromáticas como el romero o la lavanda.
Ingredientes:
Azúcar blanca
Colorantes líquidos
Rama de canela
Un limón
Tarros con cierre hermético
Empecemos con el azúcar aromatizada. Para la de canela bastará con poner en el tarro unos trozos de la rama de canela y cubrirlos con azúcar. Agitamos un poco y listo. Sería conveniente agitar el tarro cada dos días para que se impregne bien todo el azúcar. Al cabo de una semana aproximadamente tendremos azúcar con un rico aroma a canela. Seguiríamos los mismos pasos para aromatizar con una vaina de vainilla o con especias secas.
Para aromatizar con ingredientes frescos, como la piel de limón o de naranja, tenemos que pelar el cítrico evitando la parte blanca y añadir estas pieles al azúcar. También se puede hacer con ralladura de limón y obtendremos un aroma más intenso, ya que en este caso no quitaríamos las pieles antes de utilizar el azúcar. Es posible que al utilizar estos aromatizantes frescos el azúcar quede apelmazada cuando queramos usarla. En este caso, bastaría con triturarla con el mortero o meterla en una bolsa de cierre hermético y chafarla con un rodillo o un vaso para que volviera a estar suelta.
Pasemos ahora al azúcar de colores. Ponemos en un cuenco la cantidad de azúcar que queramos colorear y añadimos unas pocas gotas de colorante líquido. Es importante que sea líquido porque si fuera en gel costaría más de mezclar, ya que se quedaría a pegotes. Mezclamos bien, añadimos más colorante si lo queremos más oscuro, y luego hay que dejarla secar para que no quede apelmazada. Después la metemos en los tarritos herméticos y cerramos bien.
Por supuesto, podemos hacer azúcar de sabores y aromatizada, siguiendo los dos pasos. Coloreamos primero y luego añadimos el ingrediente del aroma. Yo por ejemplo he querido dar sabor de limón al azúcar de color amarillo, por lo que he añadido las pieles de limón a la mezcla y luego he pasado todo al tarro, pieles incluidas.
¡Y ya está! Son unas técnicas muy fáciles que pueden ahorrarnos un dinero y además darnos la posibilidad de personalizar nuestros postres.
Espero que os haya gustado la entrada, ¿habíais probado esta técnica alguna vez o la conocíais? ¿Se os ocurren más aromas o posibilidades para usar este azúcar? :) ¡Nos vemos pronto!
Qué buena idea, qué de color
ResponderEliminarMuchas gracias!! Así le podemos dar un toque de colorido a nuestros postres :) Gracias por visitarme!
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