¡Hola! ¿Qué tal ha ido el finde? ¿Habéis aprovechado para cocinar cosas ricas? ¿O habéis estado practicando con mis últimos vídeo tutoriales? ;) Yo tuve una cena con amigos el sábado e hice una tarta para el postre. Es una tarta de chocolate blanco en dos tonos degradados, que se conoce también como ombré cake. La técnica parece difícil, pero no lo es, y se puede hacer con todos los colores que se quieran. Yo iba a hacer tres, pero al final la tarta se me quedó demasiado bajita y no se iban a ver. Así que me quedé con el rosa y el verde pastel, y como ya tenía un tercer color de crema, en lila, la usé para el relleno. Después se puede seguir decorando como más nos guste, yo hice unas pequeñas rosas con la crema verde y espolvorée unas bolitas multicolores. También hice un cake topper con pajitas, banderitas y flores. Al final me quedó una tarta muy primaveral, que en realidad como ya empieza a hacer calor, quedó bastante apropiada. Así que os la podéis apuntar para los próximos meses ;) Vamos a empezar con la receta.
Ingredientes
Para el bizcocho:
4 huevos
200 gr de azúcar
200 ml de aceite
150 gr de chocolate blanco
100 ml de leche
200 gr de harina
2 cucharaditas de levadura
1 cucharadita de esencia de vainilla
Opcional: colorantes en gel
Para el almíbar:
150 ml de agua
150 gr de azúcar
1 cucharadita de esencia de vainilla
Para la crema:
250 gr de mantequilla
250 gr de azúcar glass
180 gr de chocolate blanco
1 cucharadita de esencia de vainilla
Colorantes rosa y azul o verde
Empezaremos preparando los bizcochos. Yo hice tres de 20cm de diámetro. Derretimos el chocolate en el microondas o al baño maría y lo dejamos enfriar unos minutos. En un bol grande batimos los huevos con el azúcar, añadimos el aceite y la vainilla y mezclamos bien. Incorporamos el chocolate derretido. Tamizamos la harina y la levadura y añadimos la mitad a la mezcla. Luego echamos la leche, mezclamos, y terminamos con el resto de la harina. Repartimos la masa en tres cuencos si queremos teñirla. Es un poco complicado acertar con los colores en las masas de bizcocho, pero podéis probar. Yo usé rosa, que quedó bien, azul, que quedó verde, y lila, que quedó medio gris-marrón, pero luego al hornearlo desapareció todo el color. Así que como veáis :P Horneamos unos 20 minutos a 180ºC con el horno precalentado. Dejamos enfriar y desmoldamos.
Para hacer el almíbar, mezclamos el agua y el azúcar y lo calentamos hasta que empiece a hervir. Lo retiramos del fuego y añadimos la vainilla.
Pasamos ahora a la crema. Lo primero es derretir el chocolate y dejarlo templar unos minutos. Mientras, batimos la mantequilla a temperatura ambiente con la batidora de varillas un par de minutos. Luego, vamos añadiendo el azúcar glass poco a poco y sin parar de batir. Cuando esté toda incorporada, batimos unos 5 minutos hasta que la mezcla esté cremosa y esponjosa. Añadimos la vainilla y el chocolate derretido poco a poco, sin parar de batir. La separamos en dos o tres cuencos y la teñimos. Yo hice rosa, verde (con colorante azul...) y lila, que usé para el relleno.
Ya podemos empezar a montar la tarta. Cogemos nuestra base y le ponemos una cucharada de crema para que se pegue el bizcocho. Ponemos el primer bizcocho, lo mojamos con el almíbar y damos una capa de crema. Repetimos hasta el tercer piso. Cubrimos toda la tarta con una capa finita de crema de cualquier color y la guardamos en la nevera media hora. Luego, empezaremos a darle color. Cogemos el verde y lo esparcimos con una espátula por la parte de abajo, da igual que no quede perfecto ahora. Hacemos lo mismo con el rosa y cubrimos también la parte superior. A continuación, limpiamos bien la espátula y la ponemos en vertical pegada al borde de la tarta. La vamos girando (ayudará si tenemos un plato giratorio) y el degradado se hará él solito. Alisamos todo bien y decoramos como nos guste. Yo usé una boquilla de estrella pequeña y bolitas de colores.
Espero que os animéis a probar esta técnica, que no es tan difícil y queda preciosa. Además, podéis hacer las combinaciones de colores que queráis. ¡Ya me contaréis! :D
Ingredientes
Para el bizcocho:
4 huevos
200 gr de azúcar
200 ml de aceite
150 gr de chocolate blanco
100 ml de leche
200 gr de harina
2 cucharaditas de levadura1 cucharadita de esencia de vainilla
Opcional: colorantes en gel
Para el almíbar:
150 ml de agua
150 gr de azúcar
1 cucharadita de esencia de vainilla
Para la crema:
250 gr de mantequilla
250 gr de azúcar glass
180 gr de chocolate blanco
1 cucharadita de esencia de vainilla
Colorantes rosa y azul o verde
Empezaremos preparando los bizcochos. Yo hice tres de 20cm de diámetro. Derretimos el chocolate en el microondas o al baño maría y lo dejamos enfriar unos minutos. En un bol grande batimos los huevos con el azúcar, añadimos el aceite y la vainilla y mezclamos bien. Incorporamos el chocolate derretido. Tamizamos la harina y la levadura y añadimos la mitad a la mezcla. Luego echamos la leche, mezclamos, y terminamos con el resto de la harina. Repartimos la masa en tres cuencos si queremos teñirla. Es un poco complicado acertar con los colores en las masas de bizcocho, pero podéis probar. Yo usé rosa, que quedó bien, azul, que quedó verde, y lila, que quedó medio gris-marrón, pero luego al hornearlo desapareció todo el color. Así que como veáis :P Horneamos unos 20 minutos a 180ºC con el horno precalentado. Dejamos enfriar y desmoldamos.
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| Los colores rarunos del bizcocho |
Para hacer el almíbar, mezclamos el agua y el azúcar y lo calentamos hasta que empiece a hervir. Lo retiramos del fuego y añadimos la vainilla.
Pasamos ahora a la crema. Lo primero es derretir el chocolate y dejarlo templar unos minutos. Mientras, batimos la mantequilla a temperatura ambiente con la batidora de varillas un par de minutos. Luego, vamos añadiendo el azúcar glass poco a poco y sin parar de batir. Cuando esté toda incorporada, batimos unos 5 minutos hasta que la mezcla esté cremosa y esponjosa. Añadimos la vainilla y el chocolate derretido poco a poco, sin parar de batir. La separamos en dos o tres cuencos y la teñimos. Yo hice rosa, verde (con colorante azul...) y lila, que usé para el relleno.
Ya podemos empezar a montar la tarta. Cogemos nuestra base y le ponemos una cucharada de crema para que se pegue el bizcocho. Ponemos el primer bizcocho, lo mojamos con el almíbar y damos una capa de crema. Repetimos hasta el tercer piso. Cubrimos toda la tarta con una capa finita de crema de cualquier color y la guardamos en la nevera media hora. Luego, empezaremos a darle color. Cogemos el verde y lo esparcimos con una espátula por la parte de abajo, da igual que no quede perfecto ahora. Hacemos lo mismo con el rosa y cubrimos también la parte superior. A continuación, limpiamos bien la espátula y la ponemos en vertical pegada al borde de la tarta. La vamos girando (ayudará si tenemos un plato giratorio) y el degradado se hará él solito. Alisamos todo bien y decoramos como nos guste. Yo usé una boquilla de estrella pequeña y bolitas de colores.
Espero que os animéis a probar esta técnica, que no es tan difícil y queda preciosa. Además, podéis hacer las combinaciones de colores que queráis. ¡Ya me contaréis! :D
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