miércoles, 25 de septiembre de 2013

Magdalenas al vapor de miel y manzana

¡Buenas tardes! ¿Cómo va la semana? Ánimo que ya queda menos para el viernes ;) Y para que los días de espera no se hagan tan duros, ¿qué mejor que una receta dulce más sana y original que los cupcakes?


Se trata de unas magdalenas cocidas al vapor, que no llevan mantequilla, se hacen muy rápido y quedan con una forma redondita perfecta. Según he leído, estas magdalenas son típicas de Malasia y Japón, y probablemente de más países asiáticos. He adaptado la receta de este vídeo de Ochikeron, cambiando algunos ingredientes como el sirope de arce por miel. 

Estas magdalenas admiten además una decoración muy original previa a la cocción, haciendo dibujos con una manga pastelera con la misma masa teñida de otro color. Yo no lo he hecho porque no estaba segura de cómo quedarían, pero seguro que lo pruebo otro día. Podéis ver cómo quedan en La Receta de la Felicidad por ejemplo. 

Bueno, ¡vamos ya con la receta!

Ingredientes
Salen unas 6 magdalenas:
100 ml de leche
1 huevo
2 cucharadas de miel
1 cucharada de aceite suave
140 gr de harina
30 gr de azúcar glass
2 cucharaditas de levadura
Una pizca de sal
Media cucharadita de canela
200 ml de agua para la cocción
Compota de manzana (o cualquier mermelada que nos guste)



Empezaremos mezclando los ingredientes húmedos: la leche, el huevo, la miel y el aceite. Batimos un poco y luego iremos agregando los ingredientes secos tamizados: la harina, el azúcar, la levadura, la canela y la sal. Mezclamos todo bien y lo pasamos a los moldes. Los moldes tendrán que ser de silicona o metálicos tipo flanera, para que aguanten la cocción con el agua. Yo he utilizado dos moldes de silicona y cuatro metálicos con los papeles típicos de magdalena dentro. 


Una vez con los moldes llenos, los ponemos en un cazo o cazuela con una base amplia para que quepan más. Ponemos los 200 ml de agua (aproximadamente, que no lleguen a más de la mitad de los moldes) y encendemos el fuego fuerte hasta que empiece a hervir. En cuanto hierva, bajamos el fuego y tapamos el cazo. Los dejaremos unos 15 minutos y ya los podemos sacar, con mucho cuidado de no quemarnos con el vapor. Si hemos usado moldes metálicos con papeles dentro, deberemos sacarlos cuanto antes para que no se quede el papel húmedo.


Dejamos enfriar las magdalenas y ya podremos pasar a rellenarlas. Yo he utilizado una jeringuilla como esta que todavía no había estrenado y me parecía el mejor momento. Si no tenéis nada parecido, tengo entendido que se pueden rellenar antes de la cocción, poniendo una cucharadita de la compota o mermelada en la masa, pero yo no lo he probado.


Metemos la compota en la jeringuilla y pinchamos sin miedo la magdalena, presionamos poco a poco y por un par de sitios para que no "explote" al llenarse de compota. Si no os gustan los puntos que quedan, podéis cubrir la magdalena con alguna crema, pero yo las quería para el desayuno y que no fueran demasiado empachosas.


¡Y ya está! Ya tenemos unas magdalenas ricas y más sanas que los cupcakes. Atreveos y probad con la decoración previa a ver qué tal salen. Espero que os gusten y las probéis, ¡y ya me contaréis! 



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